El perfil de inversión es un conjunto de características que va a determinar las acciones que tomes a la hora de invertir y te dará una guía más clara sobre cuáles productos son los adecuados para ti. Normalmente una persona puede entrar en uno de tres perfiles diferentes, que es lo más común que se observa en el mercado y estos perfiles son:

  • Conservador
  • Moderado
  • Agresivo

 

Estos perfiles dictan los productos en los que se debería invertir y cómo debería estar compuesto tu portafolio de inversión: mientras más conservador sea, mayor será la proporción del portafolio que invierta en instrumentos conservadores y menos volátiles, pero a medida que sea más agresivo se invertirá en instrumentos de mayor volatilidad.

 

Conocer tu perfil de inversión es un requisito de las instituciones financieras para poder determinar su oferta de producto a los clientes, pero en la mayoría de los casos no se consideran las variables adecuadas.

 

Veamos diferentes enfoques de cómo determinar el perfil de inversión:

Aversión al riesgo

Este es el enfoque tradicional, donde nuestro perfil es determinado por el riesgo que estamos dispuestos a asumir.

Una persona conservadora está cómoda sacrificando posibles rendimientos a cambio de mayor estabilidad, mientras que una persona agresiva valor más los rendimientos de su portafolio sobre la estabilidad y está dispuesta a asumir una volatilidad mayor.

De los contras de este enfoque es que se dejan fuera muchas variables y no comprenden la totalidad de características y motivaciones de una persona.

 

Etapa de vida

Cada etapa de vida tiene un objetivo para nuestro patrimonio: crecer, consolidarlo, desinvertir, entre otros. El enfoque por etapa de vida dicta que una persona debe invertir de acuerdo con la etapa en la que se encuentre, donde las etapas de vida más tempranas toman posiciones más agresivas y a medida que se va avanzando se adopta un perfil más conservador.

Un punto en contra de este enfoque es la falta de visión de los diferentes objetivos que podamos tener.

 

Horizonte de mis objetivos

Este último enfoque nos invita a pensar como prioridad en el horizonte de nuestros diferentes objetivos, bajo el supuesto de que los objetivos de menor plazo tienen un perfil más conservador y los de largo plazo pueden tomar una postura agresiva. Esto trata de ayudarnos a aprovechar los rendimientos mayores que ciertos instrumentos presentan en periodos largos de tiempo, aunque deja de fuera algo muy importante como nuestra experiencia previa en las inversiones y la estabilidad que queremos ver en nuestro portafolio.

 

Todos los enfoques tienen puntos a su favor, aquí te recomendamos hacer un equilibrio entre ellos y a medida que te vuelves un experto, puedas migrar de un enfoque tradicional a uno más integral.

 

 


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