¡Gánale a la cuesta de enero!

 

La famosa cuesta de enero ya está aquí, el momento en el que se comienza a tener dificultades económicas debido a todos los gastos extraordinarios que se tuvo en la temporada navideña y que ha llegado la hora de pagar nuestras deudas. Sin lugar a dudas un golpe fuerte a nuestro bolsillo.

Por otro lado, enero siempre trae consigo el establecimiento de nuevas metas, nuestros propósitos de año nuevo.

Seguramente para muchos de nosotros una de esas metas tiene que ver con mejorar algún aspecto de nuestra salud, pero por qué trabajar solo en nuestra salud física si podemos trabajar también en nuestra salud financiera. Ya sea como propósito de año nuevo o como reflexión de la cuesta de enero que estás viviendo, te contamos de una opción para cuidar tu salud financiera este año.

Lo primero que debemos hacer es saber cómo estamos y realizarnos un check up financiero, de esta manera podemos saber cuáles son las áreas en las que más ayuda necesitamos y cuáles son las acciones inmediatas que nos ayudarán a mejorar nuestro bienestar financiero.

Este check up financiero lo podemos dividir en 3 partes: mi foto patrimonial, mi flujo de efectivo y mis semáforos patrimoniales.

 

Foto patrimonial

Es muy importante realizar un listado de todos los componentes de nuestro patrimonio y sus características, para de esta manera saber de qué realmente somos dueños.

Debemos conocer cuáles son nuestros activos, su liquidez, cuáles de ellos me son productivos y cuáles me generan gastos. Debemos también saber a detalle cuáles son las características de nuestras deudas si es que tenemos, cuáles son los saldos pendientes, plazos, tasas de interés, entre otras y así llegar al número que defina cuál es nuestro patrimonio neto.

 

Flujo de efectivo

Ya que sabemos cuál es nuestro patrimonio actual, hay que hacer un análisis del dinero que pasa por nuestras manos, cuánto ingresa, cuánto gastamos y si al final podemos generar ahorro que contribuya al crecimiento del patrimonio.

Debemos identificar muy bien todas nuestras fuentes de ingreso, saber cuáles son recurrentes, cuáles son extraordinarios y cómo estos pueden variar en el tiempo.

Los gastos son aquellos que pueden resultar más difíciles de identificar, pues muchos de ellos son variables y vuelven imposible que llevemos un control. Para esto debemos empezar a llevar un registro puntual de todos nuestros gastos y así saber qué porcentaje de nuestros ingresos destinamos a nuestros gastos corrientes, a nuestro estilo de vida y a otros gastos que podamos tener.

 

Semáforos patrimoniales

Ya que conocemos a detalle nuestra situación financiera actual los semáforos patrimoniales son los que indicarán cuál es el estado de nuestra salud financiera y qué acciones podemos tomar para mejorarla.

Algunos de estos semáforos son:

  • Bienes raíces: qué porcentaje de nuestro patrimonio está concentrado en bienes raíces y cuáles son los riesgos que esto implica.
  • Liquidez: de acuerdo con las características de mis activos, cuántos meses de gasto corriente tengo cubiertos.
  • Vida: saber en qué medida mi patrimonio deja cubierto a mis seres queridos si yo llegara a faltar.

Y así como estos, existen varios indicadores de cómo está nuestra salud financiera y que nos permiten identificar focos rojos que requieran nuestra atención. Un buen control de tus finanzas no solo te permitirá establecer objetivos económicos a mediano o largo plazo, también te permitirá disfrutar del proceso y alcanzas un Bienestar Financiero.

 


 

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