Si eres una persona que cotiza en el seguro social, sabrás que mes con mes una parte de tu sueldo se te retiene para las cuotas de aportación al IMSS, de las cuáles tu empleador contribuye también.
Seguramente sabes que estas aportaciones te harán beneficiario de una pensión cuando te retires, pero ¿cómo saber las características y condiciones que te corresponden?
Existen actualmente dos esquemas de jubilación en el Seguro Social, la ley 1973 y la ley 1997 (AFORE).
La ley 1973 es aplicable para las personas que empezaron a cotizar en el seguro social antes de julio de 1997, donde su pensión, además de otras características, estará determinada por el promedio de salario de los últimos 5 años de cotización. El segundo esquema es aplicable para las personas que empezaron a cotizar a partir de julio de 1997, donde la pensión será proporcional al saldo acumulado de tu cuenta individual del Seguro Social.
La fecha de cotización es el principal diferenciador que te indica bajo qué esquema te puedes jubilar en el Seguro Social, pero aquí te dejamos algunas otras características de cada uno:
Si eres de los que pertenece a la Ley 1997, te habrás dado cuenta de que el cálculo de tu pensión es mucho menor que si cotizaras en la Ley 1973. Actualmente se aporta el 6.5% de tu salario mes con mes, por lo que depender de tu pensión para el momento de tu retiro puede ser insuficiente y probablemente no te permita mantener el estilo de vida que deseas.
Es importante que siempre complementes la creación del patrimonio para el retiro con otras estrategias de ahorro e inversión, de esta forma te asegurarás de retirarte bajo tus condiciones y de no depender de una sola fuente de ingresos cuyo comportamiento es difícil predecir en el futuro.
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