Los seguros son para cualquier persona sin importar el nivel de ingresos. Al conocer más de ellos y sus beneficios podemos hacer mejor frente a un imprevisto, ya que todos estamos expuestos a ellos. Hoy hablemos de seguros y del costo de no tener uno.

 

Los seguros son para los ricos

“Los seguros son para gente rica” es un mito que debemos de quitarnos de la cabeza con urgencia. Al contrario: una persona rica posiblemente podría enfrentar un imprevisto, una emergencia o una crisis sin que los gastos derivados de ella impactaran tanto en sus finanzas como alguien de clase media. Un seguro, del tipo que sea, te ayuda a “amortiguar” el impacto económico que una situación imprevista puede generar en tu vida.

 

¿Podrías enfrentar una emergencia?

Se estima que a nivel mundial más de la mitad de los empleados actualmente activos, considera que no podría hacer frente a una emergencia financiera que superara los $8,000 pesos, y alrededor del 45% no tiene un fondo para ningún tipo de emergencia. Los números son preocupantes, ya que estamos hablando de millones de personas desprotegidas ante un imprevisto. Pero ¿qué podemos hacer?

 

Protegerme a mí y a mi familia

Además de un fondo de ahorro, los seguros son una forma en la que te proteges contra distintas eventualidades a través de una institución financiera. Existen distintos tipos de seguros: gastos médicos, vida, auto, educación, vivienda, etc. 

¿Cuál es más importante? Sólo tú puedes decidir eso dependiendo de tus necesidades, hábitos y creencias. Sin embargo, contratar un buen seguro puede ayudarte absorbiendo en algunos casos hasta más del 90% de los costos derivados por dicho imprevisto. 

Es por eso que actualmente un seguro ya no es opcional, sino una herramienta básica de protección que no puedes obviar. ¿Pero cómo le hago? 

 

Antes de contratar un seguro

  1. Revisa

El mercado cuenta con muchas compañías aseguradoras. Hay instituciones dedicadas a ello que te ofrecen gran variedad de seguros, pero también existen otro tipo de instituciones que ofrecen seguros para distintas cosas. Por ejemplo: muchas compañías de servicios, como telefonía celular, ofrecen un seguro muy económico que te puede respaldar en caso de tener algún incidente mecánico con el coche por ejemplo. De igual manera puede haber seguros de reparaciones en el hogar haciendo un cargo mensual muy pequeño con tu línea telefónica. Antes de contratar un seguro, revisa tus servicios actuales y si ya te están ofreciendo algo.

 

  1. Analiza

Ya que sepas a ciencia cierta qué seguros ya tienes, analiza qué seguros puedes necesitar. Esto depende de tu edad, si tienes hijos en edad escolar o dependientes económicos, si tienes vivienda propia o la rentas, si practicas actividades de alto riesgo, si tienes o no un coche, etc. No todos necesitamos los mismos tipos de seguros. Los más comunes y que deberías de considerar son:

  • Seguro de gastos médicos mayores: porque todos estamos sujetos a enfermarnos o accidentarnos en algún momento y esto es algo que no puedes planear. Un seguro de gastos médicos mayores te permitirá recibir atención médica adecuada para tus necesidades sin generar un costo tremendo para tus familiares o amigos.
  • Seguro de auto: en México al igual que en muchos otros países, es obligatorio tener un seguro de auto. Además de brindarte asesoría en caso de algún accidente y cubrirte financieramente, al asegurar tu coche te evitarás una multa por incumplir esta regla.
  • Seguro de vida o de estudios: Estos seguros son importantes si tienes dependientes económicos. Una cuota mensual ayudará a aligerarles la carga en caso de que tú faltes. Además, en el caso de estos seguros muchas veces puedes disponer del dinero después de determinado tiempo, por lo que pueden servirte también como un fondo de ahorro para tu vejez.
  • Seguro de vivienda: En caso de ser propietario de tu casa, es conveniente que contrates un seguro de vivienda. No todos los seguros cubren los mismos incidentes, por lo que conviene que revises si hay que pagar cuotas extras para proteger tu casa de algún fenómeno natural, como ciclones o terremotos, por ejemplo.


  1. Compara
    Ya que tienes claras tus necesidades, compara con distintos proveedores. Un error común que podemos cometer al contratar un seguro, es elegir la institución que nos queda cerca, o aquel que nos facilita la contratación haciéndolo a través de una llamada. Ojo: hay que ir mucho más allá y analizar qué seguro nos ofrece las mejores condiciones. La CONDUSEF tiene una herramienta para analizar distintos seguros de gastos médicos mayores, por ejemplo, y algunas instituciones financieras también tienen simuladores. Toma notas, analiza, haz tablas comparativas de lo que te ofrecen y lo que necesitas. Así podrás tomar una decisión mucho más informada.

  2. Entiende
    Este punto es básico: necesitas entender exactamente de qué se trata tu seguro. Deducible, coaseguro, copago, todas estas palabras pueden generarnos confusión y hacer que contratemos algo que no entendemos del todo. Pregunta las veces que sea necesario hasta que te quede claro. Si el ejecutivo que te está explicando no te aclara hasta la menor duda, pide hablar con alguien más, porque puede ser que esa persona que te está atendiendo sea un ejecutivo comercial que, a pesar de sus buenas intenciones, no entiende a fondo algunos de los puntos. Recuerda que es tu derecho comprender todo a fondo antes de contratar este servicio y no debes hacerlo hasta estar convencido y comprendiendo a la perfección.

  3. Presupuesta
    Ya que elegiste decide si pagarás de forma mensual o anual, incluye el seguro como uno de tus primeros gastos a pagar cada mes, como lo haces con la renta de tu celular. Podrías aprovechar pagos adicionales a tus ingresos mensuales, como el aguinaldo o el reparto de utilidades, para pagarlo de forma anual, algunas instituciones cuentan con descuentos en esta forma de pago y podrías ahorrar un poco más. Sólo toma en cuenta: es importantísimo que no dejes de pagar este servicio, ya que por lo general lo utilizamos cuando menos tenemos pensado. 

  4. Contrata
    ¡Estás listo para contratar el seguro perfecto para ti! No postergues el momento de la contratación, hazlo ya y recuerda que un seguro te dará sobre todo la tranquilidad de sentirte respaldado en caso de necesitar cubrir algún imprevisto.

 


 

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