La buena noticia es que se acerca esa época del año en que el aguinaldo nos brinda cierta holgura económica para pasarla bien junto a nuestros seres queridos. La mala es precisamente eso: buena parte de los mexicanos no acostumbran a ver este dinero “extra” como una oportunidad para estabilizarse financieramente y prefieren gastarlo en las festividades.

 

Pruebas hay muchas:

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), 57% de los mexicanos gasta todo su aguinaldo en regalos, comida y compras navideñas.

Por su parte, Kantar Worldpanel reporta que durante el último mes del año el 64% de los hogares mexicanos prefiere gastar su dinero en ropa y calzado. Y aún más: esta agencia de investigación de mercados y consumo señala que sólo 5% de las personas ahorra su aguinaldo.

Este año debe ser diferente. Sin ánimo catastrofista, estamos viviendo un momento sin precedentes que exige un análisis distinto. No se trata de arruinar la cena de Navidad, al contrario, la idea es tomar las mejores decisiones financieras para que la felicidad y tranquilidad de nuestra familia perdure. Y el aguinaldo es una gran oportunidad para lograrlo.

 

regalos

¿Regalos o pagar deudas? ¡Los dos!

Son muchas las estrategias para distribuir el aguinaldo de una manera inteligente. Una de las más populares es la fórmula 50-30-20: 50% para liquidar deudas, 30% para gastos personales (como ropa y regalos) y 20% destinarlo al ahorro.

Aunque se trata de un método, en teoría, muy sencillo de seguir y que resulta perfecto en un escenario “normal”, la realidad es que en momentos de incertidumbre como los que vivimos, sólo cada familia conoce su situación económica particular, por lo que más que proponer fórmulas rígidas, te compartimos consejos puntuales:

  • Trabajo en equipo. Comienza por reunirte con tu familia para elaborar una lista de las principales necesidades de los distintos integrantes. Ojo: aquí es importante aprender a distinguir lo urgente de lo importante, así como una necesidad de un deseo. El bienestar de la familia es lo primero a cuidar en época de crisis porque es lo que nos mantendrá fuertes.
  • Resuelve (o aminora) tus deudas. Solventar los adeudos es el primer paso para el desahogo financiero. Si tienes varias deudas, paga primero aquellas que tengan una tasa de interés más alta, ya que éstas son las deudas más caras. Otra estrategia es liquidar al 100% alguno de tus compromisos si el monto del aguinaldo te lo permite. Esta última estrategia tendrá un efecto psicológico al dejar de lado una de tus obligaciones y te permitirá centrarte en el resto.
  • Cuida tu casa. Durante la crisis del 2008, una de las recomendaciones más difundidas por la Condusef era realizar inversiones domésticas inteligentes. Ahora aplica lo mismo: comprar bienes duraderos básicos, arreglar desperfectos en la casa o incluso encargarse del mantenimiento del auto son acciones que, si estamos en posibilidades de realizarlas, nos quitarán un gran peso de encima en los momentos difíciles.
  • Haz una lista inalterable. En cuanto recibas tu aguinaldo define cuánto dinero piensas destinar para cada una de las festividades: cena, posadas, año nuevo, regalos, etcétera. El gran reto este año será, ahora sí, no sobrepasar el límite, a la hora de escoger los regalos; trata de evitar los presentes superfluos o que no necesitan tus seres queridos.
  • Compara, siempre compara. Como decíamos, no se trata de no comprar o no regalar nada, pero hoy más que nunca evita hacer gastos innecesarios, es de vital importancia. En caso de adquirir algún producto, digamos, de un precio más o menos considerable, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) siempre recomienda checar previamente su precio en al menos tres establecimientos, puedes apoyarte de las páginas web o redes sociales de los distintos comercios y facilitar esta tarea.
  • No hagas compras de pánico. Trata de adquirir lo que deseas, al menos dos semanas antes, en la medida de lo posible aprovecha las compras en línea a través de las aplicaciones oficiales de tus tiendas favoritas.
  • Si es posible, ahorra. Durante estos meses, millones de mexicanos nos hemos dado cuenta de la importancia de ese “colchón” que significa el ahorro, así que la pandemia también representa una buena oportunidad para empezar de nuevo y bien: si está en tus manos, invierte una parte del aguinaldo porque, ahora lo sabemos, siempre hay imprevistos.

 

Sí, son momentos complicados para todos, pero si recibirás aguinaldo, tienes un escalón de ventaja, no lo desaproveches. Y, sobre todo, no desesperes.

 

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