¿Te ha pasado que los lunes te sientes más cansado por haber dormido mal la noche del domingo? Aquí te decimos por qué te pasa esto y cómo puedes evitarlo.

 

El lunes es un día difícil para muchas personas porque se sienten cansados, irritables y con falta de concentración. Esto sucede porque la noche del domingo o después de un fin de semana largo, aparece el temible insomnio. Al no dormir lo suficiente o no conseguir un descanso profundo, nuestro cuerpo está menos preparado para responder al estrés del día a día.

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Aunque hay varias razones para este trastorno del sueño particularmente los domingos, la más común es que durante el fin de semana se alteran los hábitos de sueño: nos desvelamos, nos levantamos más tarde o dormimos alguna siesta.

Al cambiar abruptamente los ciclos del sueño, el reloj biológico se confunde y altera sus horarios. De acuerdo a algunos expertos, este efecto es comparable con el Jet Lag que se sufre cuando viajamos a una zona horaria distinta a la nuestra.

El insomnio genera cansancio, mal humor y baja la productividad, además de que puede provocar ausentismo laboral o lo que popularmente se ha llegado a conocer como “San Lunes”.

Sin embargo, existen algunos hábitos que evitarán que se alteren tus ciclos del sueño. Aquí

después del fin de semana:

  1. Conserva tu rutina

    Durante el fin de semana evita desvelarte y pon el despertador a la misma hora. Esto puede ser complicado, sobre todo porque es más común tener compromisos sociales en estos días. Sin embargo, hacer un esfuerzo extra y tratar por ejemplo de no te quedarte dormido hasta media mañana, ayudará a que tus ciclos no se alteren. También procura hacer ejercicio y comer en horarios similares a los que tienes por lo general. Tratar de conservar en la medida de lo posible una rutina lo más parecida a la que tienes en tus días laborales, ayudará a evitar el insomnio de domingo.inmediatez

  2. Mantén tu espacio limpio y ordenado.

    Nos referimos a tu hogar, en particular a tu dormitorio.  Al estar rodeado de un entorno confortable, tu mente también sentirá esa paz y estarás más relajado. Procura ser ordenado, que tu espacio esté limpio, no guardar cosas de otras habitaciones en tu recámara y tratar de que tu habitación te produzca alegría y relajación al mirarla. Tener un espacio que te gusta y te hace sentir en calma ayudará a que tu mente comience este proceso de relajación previo al sueño y permitirá que descanses mejor.
  3. Revisa tus pendientes al menos una hora antes de irte a dormir.

    Si sabes qué tienes que hacer en la semana, puedes programarte y organizarte desde antes. Dedica un rato el domingo en la noche a tomar notas, revisar tus citas de las primeras horas, anotar llamadas, mails o juntas que necesites coordinar, en fin. La planeación hará que descargues esos pendientes de tu mente, con lo que evitarás ansiedad innecesaria. Sin embargo, es importante que procures realizar esta rutina al menos una hora antes de dormir, para que le des oportunidad a tu mente de no pensar más en esos pendientes.
  4. Prepara lo que necesitas desde la noche anterior.

    Los lunes por la mañana suelen ser más acelerados y organizar todo desde la noche anterior te ayudará a ser más productivo por la mañana y también a ponerte en un estado mental de relajación al saber que ya adelantaste parte de tus pendientes. ¿Qué puedes hacer? Saca la ropa que usarás, prepara algún lunch o tu ropa del gimnasio, deja juntas las llaves, cartera y recibos pendientes para pagar. Organizarte y saber que ya listas tus pertenencias para el día siguiente, también te ayudará a adelantar pendientes mentalmente e irte a descansar más relajado.
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  5. Cambia tus sábanas por unas limpias.


    Este detalle, que puede parecer un poco banal, puede hacer una gran diferencia en tu descanso.  Si tus sábanas huelen a limpio, tu cama está bien estirada y todas las cobijas bien acomodadas, tu cuerpo tendrá un lugar más cómodo para conseguir un descanso profundo. Dormir en una cama bien tendida con sábanas recién lavadas, mejorará muchísimo tu calidad del sueño.
  6. Evita la cafeína en la tarde.

    Si bien muchas veces se nos antoja un cafecito por la tarde, está demostrado que no es tan buena idea cuando se trata de dormir. Estudios médicos demuestran que tomar café o refresco de cola después de las 4 de la tarde puede alterar la actividad del cerebro generando ciertos picos eléctricos o más actividad. Aunque aparentemente no notes nada y tú sientas que descansas como si nada, la realidad es que la cafeína sí interviene en tu descanso. Aléjate de esta sustancia al menos 5 horas antes de dormir, dale oportunidad a tu cuerpo de eliminarla y disfruta de una noche de verdadero descanso profundo.
  7. Cena algo ligero.

    El tema de la alimentación también tiene un gran impacto en la calidad de tu sueño. Por eso es importante que pienses bien qué vas a cenar. La idea es que no te vayas a dormir con hambre, pero que tampoco cenes algo pesado que te haga sentir indigestión. Elige alimentos con proteínas pero evita que sean excesivamente grasosos. También aléjate de las porciones excesivamente abundantes, ya que te producirán pesadez estomacal. Puedes acompañar tu cena con alguna infusión floral o relajante sin cafeína, que también ayude al proceso de relajación.
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  8. Agradece el día y medita al menos 10 minutos antes de dormir.

    Esta es una rutina que muchísimas personas hacen ya que la meditación permite calmar la mente y el agradecimiento ayuda a poner los problemas en un segundo plano.  Si nunca has meditado, no te preocupes: hay apps con meditaciones guiadas o incluso videos de meditaciones en youtube. Algunas duran 10 minutos y son súper efectivas. Integra la meditación a tu rutina nocturna y nota muy pronto los resultados.

 

Estos son 8 hábitos que requieren disciplina, pero realizándolos constantemente mejorará mucho tu calidad del sueño. Esperamos que te sirvan. ¿Tú tienes alguna rutina que te ayude a dormir mejor?

Muchas gracias por leernos, el equipo de Invested.

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